“Pa fuera telarañas” fue su álbum debut, con el que, sin proponérselo, se convirtió en la voz contra el maltrato familiar, que en España llega a cifras preocupantes. Años más tarde volvió con “Y”, con más fuerza y algo de agresividad.
Ahora, luego de ser madre por primera vez regresa con “Un pokito de rocanrol”, donde no teme mostrar cómo su nueva faceta maternal influenció directamente en su música, y para la muestra un botón, “K.I.E.R.E.M.E.”, una especie de ronda infantil con algo de punk. Fiel muestra de lo que propone en su nueva producción discográfica.
Luego de dos álbumes de la mano del productor Carlos Jean, María Nieves Rebolledo Vila, mejor conocida por su nombre artístico Bebe, decidió empacar maletas y trasladarse a París (Francia) para encontrarse con el productor Renaud Letang, uno de los músicos franceses más reconocidos de las últimas décadas.
El resultado, un trabajo inspirado, diferente, poderoso y arriesgado, grabado en París y con músicos franceses, con el cual Bebe visitará por primera vez Colombia, a partir del 15 de marzo mes en el que visitará ciudades como Bogotá y Medellín.
Días antes de lanzar “Un pokito de rocanrol” Bebe habló con Colprensa de su nuevo álbum, su faceta como madre y su próxima visita al país.
Desde la Ciudad Luz
¿Cómo fue la experiencia de grabar este tercer álbum en estudio?
Una experiencia maravillosa, tenía muchas ganas de trabajar con alguien que no supiera nada de mí, ni yo de él, hablando de lenguaje musical, y de repente me propusieron conocer a Renaud Letang, a ver si teníamos buena onda, y la verdad que nos reunimos una tarde y en pocas horas ya estábamos con ganas de trabajar juntos.
¿Un buen lugar para la creatividad artística?
Fueron días inspirados y relajantes, porque toda la energía estaba concentrada en lo que se requería, la música. Estaba lejos de casa donde no me conocían. Además, eso te da la posibilidad de pensar, dormir y comer en pro del disco, así que era maravilloso estar en esta tónica para hacer un álbum.
¿Por qué eligió la canción K.I.E.R.M.E como carta de presentación de este disco?
Es una especie de ronda infantil, como de pataleta de niña pequeña que quiere amor, mimos, besitos, con mucho ritmo, con gran energía y allí está todo el aliento que te dan los niños, más, como es mi caso, cuando te vuelves madre.
Los discos anteriores estaban cargados de melancolía, algo de rabia. Este nuevo álbum está lleno de alegría y optimismo… Ya la melancolía tuvo su espacio y ya no está dentro de mi vida y mucho menos dentro de mi música, por lo que ahora es hora de la energía positiva, alegre, con humor negro, más salvaje. Como te ponen los niños que a cada rato quieren ponerse felices.
¿Todo esto gracias a la llegada de tu primera hija?
Totalmente. Siento que no puedo escribir de algo que no pueda sentir, y ahora, ese pequeñito pero maravilloso ser, es una hermosa carga de energía. La versión mamá es lo que te hace sentirte así y es por ello que este disco es lo que es y no es otro.
¿Cómo ha sido el trabajo de mezclar sus nuevos conceptos musicales, con las canciones anteriores, para crear un show?
Es otra de las divertidas partes del proceso. Entrar al estudio de ensayo para empezar a tomar todas las canciones, nuevas y antiguas, para generar un mismo concepto, un mismo viaje, para que todas tengan una buena línea entre ellas. Es un trabajo bastante “heavy” pero es lo estimulante de todo esto, que cueste trabajo. Las cosas fáciles no me “molan” tanto.
Fuente:laopinion.com
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