lunes, 20 de diciembre de 2010

BEBE subió las temperaturas de sus fans en el concierto

Aunque su voz escondida en la oscuridad del escenario comenzaba con su single “Me fui”, ella cantaba para quedarse.

Un público con cerveza en la mano la acompañaba tatareando al mismo ritmo aquella primera canción que se escuchó a las diez y cuarto en la sala de la Industrial Copera. Un tema que despertaba la sensualidad que todo ser humano lleva dentro, y es que las calientes canciones de BEBE hicieron elevar la temperatura conforme avanzaba la noche.

Sus imparables movimientos de cadera y taconeo hacían que no se pudiera “controlar la forma de parar” entre sus fans. Pero no sólo las letras y bailes provocaban un ambiente íntimo con los granadinos, la cantautora transmitió el carisma que le representa con conversaciones picantes y sicalípticas como si de amigos se tratase. Para ello también sorprendió al público quitándose un vestido que dejaba ver otro que llevaba debajo, un truco que hacía juego con la estrella negra que se pintó en la parte izquierda de la cara, detalle original que marca el indiscutible estilo de la cantante.

Una voz dulce con momentos de agresividad se acompañaba de todo un equipo musical para recorrer títulos como “Busco-me” o “No más llorar” de su último álbum Y.

Para hacer más peculiar el concierto, la solista murciana interpretó varias canciones del antiguo disco con nuevos ritmos desconocidos para los oídos del público que se colocaron al mismo nivel que los ya escuchados.

Hora y media estuvo BEBE entregándose sin pausas en el escenario donde decidió “volverse pá su casa y decir adiós por un tiempo” a su Granada fresca, adjetivo con el que describió la personalidad de esta ciudad.

Como respuesta por parte de sus fans que salían de la sala a las doce con la voz ronca de tanto gritar sólo le quisieron recordar que “siempre te quedará” el cariño de todos ellos.


Fuente:teleprensa.es/granada

1 comentario:

  1. ¿murciana? vaya por Dios;¡hay que leer la biografía!
    En cualquier caso : El público disfrutó y el cronista también; al fin y al cabo, Bebe es universal

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