Bebe está contenta. Cuida a su hija y regresa a los escenarios a presentar su nuevo discoY.. En este regreso que comenzará en el escenario Puerta del Ángel el día 8 de julio, la cantante quiere dejar claro que vuelve para divertirse y pese a que en su trabajo se refiere a una i griega, en esta charla con EL PAÍS no puede evitar poner algún que otro punto sobre las ies.
Pregunta. ¿Usted cómo decide meterse en la música?
R. Lo he mamao en casa. Mis padres no son músicos, pero son muy aficionados. Mi padre nos despertaba con música, sobre todo los fines de semana. Tenía un tocadiscos de esos de aguja grande e iban cayendo los discos como en las gramolitas. Una cosa lleva a la otra. Mi padre y mi madre cantan muy bien.
P. ¿Por qué palo?
R. Mi padre canta cosas como Mocedades, Simon & Garfunkel, no flamenco ni mucho menos. Cuando se arrancaba mi padre, por ejemplo, pues le emocionaba mucho Alberto Cortéz. Pero también música de ahora... Él fue el que nos regaló los Police, los U2...
P. ¿Cree que su música sonaría igual sin Carlos Jean, su productor?
R. No. Para nada hubiera sido igual. Carlos tiene una forma de ver las cosas muy grande. Sabe ver lo que tú quieres y potenciarlo. Tiene una pegada bastante curiosa y hace que la música sea mucho más fácil de escuchar. Logra que la música sea algo muy personal pero al mismo tiempo fácil de escuchar por los demás. Es un tío que tiene las orejas bastante abiertas. En el primer disco me sorprendió muchísimo el trabajo de Carlos. En el segundo ya hemos ido mucho más mano a mano. Pero al principio, cuando yo sólo tenía un batiburrillo en la cabeza, claro que era muy sorprendente ver el resultado que te ofrecía Carlos Jean.
P. ¿A usted le han colgado muchos sambenitos?
R. Me han colgado sambenitos de perroflauta, por ejemplo. Lo flipo, no tiene nada que ver. He conocido ese término hace un año y pico. Y que yo sepa son lo que están en la calle con su perro y tocando la flauta, que en mi tierra también los hay. Y que tampoco son hippies, porque los hippies estaban en otra época. Lo siento mucho, pero los hippies ya no existen. A mí cuando me dicen eres hippie, yo digo 'no, soy jojo, en todo caso'... Pero tampoco soy perroflauta porque mi perro hace tiempo que no lo veo se llama curro y vive hace mucho tiempo con un colega y Pepa, vive en mi casa con mis padres y la flauta la aprendí a tocar en sexto, séptimo y octavo (de EGB) con las monjas, pero ya no me acuerdo. Pero que no tengo nada en contra de los perroflautas, pero que no tengo nada de perroflauta.
P. Entonces, ¿usted qué es?
R. Yo, depende del día. Un día me ves vestida de minifalda, otro que parezco una pija andante, otro... No sé, depende de lo que te apetezca ese día. Ahora mismo estoy en mi etapa 'no sé qué ponerme'. Me han crecido las tetas, me ha crecido el culo, ropa que me quedaba monísima, ya no me queda bien... Estoy en la época 'vamos a dejar que pasen los meses, a ver si adelgazo un poco y mi niña me lo come to'
P. ¿Se ha creado usted un personaje, como Loquillo, por ejemplo?
R. Hago lo que me da la gana. El año pasado me criticaron mucho porque salía con una bragas y un tutú y tocándome el culo... Pues señores, me pongo lo que me da la gana. Así de fuerte. Es que no soporto cuando dicen que eres mucho más comercial porque tienes el pelo largo. Sí que tengo claro que a la gente le gustaba más el personaje de la muchachita compungida que no llevaba bien la fama, eso le encantaba al personal. Porque nos gusta ver a la gente que es débil. Y cuando uno coge y dice 'ya sé cómo va esto y me lo voy a pasar muy bien' y una vez que eres feliz y que has superado determinadas cosas, tampoco le parece bien a la gente, entonces ya no tienes tanta credibilidad. Pero me da igual. Un día saldré con un tutú en el culo, otro con los pendientes más largos del mundo, otro día saldré en pelotas si me da la gana. Creo que hay que divertirse.
P. ¿Tiene ofertas para volver al cine?
R. Me gustaría que hubiera ofertas, pero no las hay. Yo me vine a estudiar arte dramático cuando tenía 18 años, así que me da igual que me tachen de intrusista. Y formarte, creo que no significa ir a una escuela. Te puedes formar de muchas formas. Hay muchas cosas que aprendes trabajándotelas y arriesgándotelas y chupando de los mayores. He aprendido mucho con Cuerda, con Medem y con Colomo, cosas que en la escuela no aprendí. La música sí necesita mucho más estudio.
Fuente:elpais.com
Pero qué graaaaaaaande es, dios mio!
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