sábado, 31 de julio de 2010

Bebe actuó en el Poble Espanyol


El pasado miércoles, Bebe subrayaba en este diario lo libre y despreocupada que es su feliz existencia. «Siempre hago lo que me apetece», sentenciaba. No hacía falta que nos lo recordara, ya que si una idea se repite una y otra vez en sus canciones como un loop es precisamente esa: «El tiempo será pa mi lo que yo quiero que sea» (No +llorá), «Que no me importa lo que piense la gente» (La bicha), «Soy extrema y dura, y a mí qué más me da lo que de mí quieran pensar» (Qué mimporta)...Hay proclamas que, a medida que el emisor las repite, van perdiendo fuerza, como si expresaran más una voluntad que una realidad. Pero, en fin, hay que reconocer que Bebe escenifica bien esa desapego de normas y patrones de conducta. Tras el pelotazo de su primer disco tardó cinco años en entregar su relevo, y ahora, en su nueva gira, se permite prescindir de los éxitos que la pusieron en el mapa. Ni Malo ni Ella, los dos primeros sencillos del disco Pafuera telarañas (2004), que aludían a la violencia doméstica y la emancipación femenina, sonaron en su recital del Poble Espanyol, dentro del ciclo Els concerts de l'estiu.

MESTIZAJE LIBERTARIO / Maria Nieves Rebolledo llenó el recinto de Montjuïc y se dedicó a vender su nueva obra, Y., de la que interpretó una docena de canciones. Un repertorio que funde rumba de chiringuito playero, meneos jamaicanos, flamenco ligero, injertos de rap y formulismos pop-rock. Mestizaje radioformulable, que, en los textos, ahora rebaja el tono de sus denuncias universales y transmite un aprecio por la vida sencilla y los placeres gratuitos. Canciones que adoptan licencias lingüísticas coloquiales al estilo del hip hop anglo: «llorá», «pa mi casa», «nostaré»... Bebe explota un lenguaje popular de pie de calle, aunque canta con una displicencia airada algo distante. Extraña mezcla.

Las canciones del primer disco, como Con mis manos (que abrió el recital), El golpe y Siete horas, fueron recibidas con euforia, aunque el recital se asentó en las nuevas: material como Me fui, Búscome y Sin palabras (esta, solo disponible en la edición especial ampliada de Y.), que planteó una fusión caliente operada con oficio y ocasionales pliegues expresivos. No pasemos por alto que, en el timón de su banda actual, figura el gallego ilustre Pablo Novoa, exguitarrista de Golpes Bajos.

Entre la verbena global para una noche de verano (Ska de la tierra) y el rock rapero (Qué mimporta), la extremeña defendió una fusión aflamencada que miró de reojo a Elbicho y a la Mala Rodríguez, salvando distancias y alturas. Empuñó la guitarra acústica en diversos momentos y dio cobijo a undiscjockey que aportó tímidas texturas electrónicas a Pa una isla. Una hora y media de recital que, en la tanda de bises, combinó el intimismo de Uh, uh, uh, uh, uh, el rescate de Como los olivos y el ritmo trotón de Pa mi casa como fin de fiesta. Las canciones que la dieron a conocer están en hibernación, pero no hubo protestas en un Poble Espanyol encantado con esta Bebe que parece atravesar una fase de reconstrucción.

Fuente:elperiodico.com



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