domingo, 19 de julio de 2009

Bebe noticia en Argentina

Poniendo los puntos


Hace cinco años sacudió a España y al mundo con Malo. Reacia a la fama, se alejó de los escenarios, incursionó en la pantalla grande y hoy vuelve con Y. (Y punto)


Inquieta, osada, valiente, compleja, cautivante, ácida. Con sólo observar sus fulgurantes ojos verde oliva encendidos al cantar, se podía percibir que la pequeña extremeña de voz dulce y carácter fuerte no era un nenita más de esas que rellenan las radios de hits. Cinco años después de su disco de presentación, Pa’fuera telarañas, la cantante María Nieves Rebolledo, más conocida como “Bebe”, vuelve al panorama musical con Y., un álbum con el que la artista ha querido “empezar de nuevo en todos los sentidos”, según confiesa.
En 2004 se publicó Pa’fuera telarañas, que vendió 500.000 copias y, como consecuencia, alcanzó los más altos niveles del éxito, algo que se le atragantó: “Se me exigió mucho a nivel personal y la prensa me usó como carne de cañón”, dice ahora.
Malo, su primer éxito, fue una canción contra la violencia de género que otorgó a Bebe un liderazgo social que ella no había buscado y que, por otro lado, rechazaba: “Se intentaba que llevase una bandera que, en realidad, nos corresponde a todos; yo ya había puesto mi parte con la canción”.
Tras cinco años de retiro voluntario -“necesitaba limpiarme un poco para retomar con ganas una nueva etapa de mi vida”- la intérprete extremeña recupera la voz en Y., un compendio de trece canciones en las que se vuelcan “sentimientos, pensamientos que se van hilando. Las canciones hablan por sí solas”, puntualiza.
“Son canciones, ¡y punto!”, describe la artista sobre el título que encabeza su nueva obra musical: “Es una expresión que utilizo mucho con mis colegas”, confiesa. Ecléctico por definición, los ritmos hiphoperos, flamencos o eléctricos de Y. conforman la base sonora sobre la que se desarrolla esta suerte de confesión vital: “Todo lo que escribo tiene algo de mí, pero lo que prefiero es que cada persona haga suyas las canciones, sin pensar si son autobiográficas”.
La combinación de temas agresivos, insolentes, con otros más suaves y delicados, conforman un escenario de “mucha improvisación, en el que se dejan fluir los sentimientos”. El disco se presenta menos accesble que Pa’fuera telarañas, donde a pesar del eclectisismo rítmico (ska, hip hop, flamenco), la presencia de estribillos reconocibles y adhesivos le imprimían un tono decidamente pop. En Y., la Bebe parece desestimar la fórmula y sobre bases de sonido aflamencado y armonías sencillas con sutiles arreglos de estudio, parece suspirar y frasear cada palabra, dicendo más que cantando. Tal vez su necesidad urgente de decir las cosas sea lo que la exima de explotar toda su capacidad vocal.
“Me fui para volver”, dice la española en uno de sus temas y parece estar hablando de su propia carrera. Con cara de niña hermosa y maduros 31 años, Bebe ha mostrado en su andadura profesional un carácter polifacético que le llevó a probar suerte, con desiguales resultados, en el mundo del cine: Al sur de Granada, La educación de las hadas o Caótica Ana son algunos de los filmes en que ha tomado parte.
“Con Pa’fuera telarañas todo fue muy deprisa; ahora quiero que todo sea más reposado y que la gente escuche el disco sin prejuicios”, añade. Y se sabe que con Bebe, las cosas se hacen a su modo o no se hacen. Y punto.

Fuente: Diario Hoy

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