Jarana, emoción, ritmos, sonrisas, intimidad, baile y proximidad. Más o menos, así fue la tónica general del concierto en la sala Cotton Club.
Y no fue la discreta afluencia de público lo más destacado (unas cien personas, que, eso sí, disfrutaron con evidencia ruidosa y alegre), ni las novedades de un show -el de "un pokito de rocanrol", de presentación de su último disco- que conocemos (algunos) ya muy bien, de otros conciertos, ni la curiosidad por reencontrarnos con una cantante que acaba de ver su nombre engalanado por el éxito internacional. No fue nada de eso lo que más nos llamó la atención: lo más destacable fue, creo, la incuestionable profesionalidad de la gran artista extremeña, y el magnetismo y carisma que desprende en todas y cada una de las canciones de la actuación, de casi dos horas extraordinarias. Pues, en efecto, no había demasiado público, pero ella y su banda se entregaron al máximo, haciendo cantar, vibrar, bailar y divertir al personal que en el Cotton Club estaban.. canciones defendidas con garra, con las cuerdas vocales a tope, bailoteos y gestos saltarines sin parar, travesuras con sus músicos, guiños al público (que, como siempre, le regalaba pulseras, gorritos, cartas, broches...). El público disfrutó. Y Bebe disfrutó. Esto es el ABC (aparte de una de las canciones del set-list) de todo espectáculo. Y en este sentido, nuestra artista se merece una matrícula de honor: por su espléndido show, por su esforzada entrega, por su jubilosa actuación, por hacérnoslo pasar bien , y transmitirnos, a su vez, que ella disfrutaba con su concierto.
Apenas hubo retraso. Buenos teloneros: Mark McCabe y PJ Jones, y la puesta en escena, como podéis ver en el video, es la habitual en esta gira. Sobriedad a la par que colorido, y la original luminosidad indirecta mediante sombrillas repartidas por el escenario. Los músicos, con camisa, corbata, elegantemente modernos y simpaticones todo el rato. Bebe entra en el escenario, y el público grita de placer. Cabello suelto, brillante y bien peinado, cazadora que ya conocemos (marca de la casa) chalequillo, blusa marrón, minishorts blanco-plateado y leggins negros...guapa y "resalá", arranca como casi siempre con dos temas suaves y hermosos de su anterior disco ("Búscome" y "Me fui" ) que enternecen al público que corea las canciones como si de himnos se trataran. Luego, despojada de la "camperita", va presentando su último disco, con `poderío, con ritmo, con danzarines saltos, tocando un timbal, con guitarra acústica y hasta eléctrica..Y con emoción y sensualidad , como cuando toca "Adiós", "Sabrás" de las "nuevas" o "Siempre me quedará" de las de toda la vida..... Bullanga general provoca cuando temas ya clásicos ("Como los olivos" o "La bicha") empiezan sus notas inconfundibles. El tango y el funky, el hip-hop y el techno, el vibrante sonido y la dulzura de las baladas, muchas son las propuestas musicales de la extremeña, pero es, sin dudarlo, ""Me pintaré" de las nuevas , y cualquiera de las ya afamadas de "Pafuera..." o de "Y." lo que galvaniza al personal.
Los músicos (Carlos Sánchez a la batería, Javi Rojas al bajo- y guitarra y sinte-, Guille Domercq a las percusiones, sintetizados, guitarra acústica, y Pablo Novoa (teclados, guitarras y show particular, que vaya pedazo perfecto de música y de espectáculo que ofrece este simpático gallego) estuvieron geniales, conjuntados, y pasandolo en grande. La técnica funcionó. Una buena mesa de mezclas (v-mixing console m400) es imprscindible para esta nueva temporada más funky, más bárbara, más bailonga, y funcionó de maravilla. Como también es de destacar , según nos han contado, cómo Bebe, especialmente, ha pedido un "previo de micro" ("Avalon Voz) que filtra el sonido de las cuerdas vocales, sin modularlas, ecualizarlas o cambiarlas, es decir, que la voz no pase a los altavoces ditrectamente de la mesa de sonido, lo que permite escucharla "de verdad", por así decirlo. El chisme es fantásticamente eficaz para quien quiera darle importantancia a la voz. O dicho de otro modo, para quien "tenga" voz, o cuerda vocal que ofrecer, como es el caso de Bebe. Las palabras cantadas, el sonido humano -instrumento musical, también-, la voz, suena con todos sus matices, texturas y colores, por mucho trepidante ritmo que haya, por mucha base rítmica que llene la canción. Bebe, es ante todo, una cantante (y compositora) y quiere (¡y logra!) que "la oigamos", no quiere que nos entretengamos simplemente con "muros de sonido" a lo Phil Spector, o "chunda-chundas" tipo DJ o "raves", que permiten - tramposamente- desafinar o disimular carencias. Esto no es el caso de nuestra querida Bebe, que canta como los ángeles, que su voz sube unas notas impresionantes y que, o lo hace bien (que lo hace) o se notaría. Eso se llama respetar a la música y al público. Y dicho sea de paso, tales "previo-micros" no son inversiones precisamente baratas. Uno no puede sino sentir admiración por aquellos artistas que reinvierten lo que merecidamente les reporta su éxito en el propio espectáculo. ¿Quién es capaz de llamarla oportunista, o "bluff" o moda? Algún tonto claro, pero sea uno o "cuarenta", es lo cierto que ahí están sus canciones: primero la voz , y luego los "otros" sonidos. Espectacularmente magníficos y trabajados.
Y además de sus excelentes notas, escuchamos de ella su habitual parloteo incesante, juguetón, desinhibido, ocurrente...Muy pronto, al ver que la sala no se llenaba, dijo : "Mejor, es lo que a mí me gusta, cantar como si estuviera en mi casa con amigos , con familia...". Ante la escasa separación del escenario con el público, espetó : " Si estáis tan cerca, me podéis ver hasta las muelas, pero lo importante es que me oigáis, no que me mireis". Recibió regalitos, aplausos, coros y , claro, elogios y piropeos variopintos. Alguien le dijo ": "Te pediré como regalo de Reyes Magos", a lo que lla contestó: "Qué bonito, eso aún no me lo habían dicho".
No se lo habían dicho, vale, pero "pedirla" a los Reyes Magos lo hacemos, y lo seguimos haciendo muchos.
Y en los bises, como siempre, un medley "Tu corazón/Pa mi casa", donde empezando con el "tempo" de bolero en una letra y melodía desacelerada, original de Robe Iniesta, "Tu corazón", Bebe va intercalando frases de la otra canción, Pablo Novoa monta su particular espectáculo (genial, divertido, magnífico, de oreja y vuelta al ruedo) y el "sarao" termina bullicioso y verbenero con el público bailando y cantando a voz en grito el estribillo (y todo lo demás) de "Pa mi casa". Al baile final se sumó Puri, su amiga y "mánager" : a compartir la fiesta con el público por un rato, pasándolo en grande , a la vez que cuidaba de que todo estuviera bien controlado. Porque Puri cuida y quiere a Bebe, pero también le va la juerguecita de los bises. Pues claro. ¿Por qué no? Genial.
Y próxima parada: Badajoz. "Pa su casa". Allí (trataremos) de estar.
Video y fotos: Gracias a Luis y Santi B.
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