"Me parece una portada muy terrenal, pero con un sentido superpositivo, aunque sea una calavera. De hecho le preguntaba a mi madre: 'Mamá ¿tú ves esto fuerte?. Y ella me decía: 'No, yo lo veo terrenal, carnal, fuerte, pero en el sentido bueno". ¿Y por ser de ese signo se expresa ella así, directamente, de frente? "Sí, sí totalmente, tanto en lo bueno como en lo malo".
Pero igual que algunas de sus manifestaciones públicas, esa forma de hablar directa, impertinente, retadora encuentran un eco desmesurado, por ejemplo en la red, y se crea una especie de gallinero sobre lo que dice o hace o piensa, a favor o (de una manera furibunda) en contra, el miércoles, cuando habla con este diario a propósito de la presentación, hoy, de Un pokito de rocanrol en el teatro López de Ayala de Badajoz, la voz de la cantante extremeña suena tranquila y deja de vez en cuando palabras como "corazón".
CON SENTIDO DEL HUMOR "Uno se tiene que tomar con sentido del humor estas cosas y quitarle importancia. Nunca puede llover a gusto de todos. Y además no debemos hacer las cosas para que les gusten a todo el mundo. Siempre habrá alguien que opine porque no le gustes o lo hará de manera despectiva. Uno tiene que procurar seguir el caminito que quiere hacer con tranquilidad. De la otra manera no haríamos nada, ni nos moveríamos de casa".
¿Y qué piensa de las reacciones tan virulentas que provocan sus actitudes? "Pues yo no doy crédito. Alucino. La verdad, a mí me sorprende muchísimo y me deja a veces atónita. Sobre todo cuando han sido cosas manipuladas, si es que hablas de lo que ocurrió en la sala Sol, por ejemplo, que está sacado de contexto".
Lo de la sala Sol se refiere a la presentación de unos temas del disco ante la prensa especializada el pasado diciembre y a unas palabras suyas ("que os follen bien") pronunciadas una vez que acabó de cantar en aquel acto.
"Lo más fuerte es que la gente cree ese tipo de cosas y se forma una opinión por lo que le cuentan, como pasa muchas veces con la tele, que nos creemos cosas que no son ciertas. Pero yo no soy un pulpo que tiene 18.000 manos y puedo alcanzar a todo".
Nada que ver con sus viajes a América o por Europa. "¿Sabes qué pasa? Que cuando estamos fuera siempre nos tratan muy bien, tienen menos prejuicios, no sé qué ocurre aquí, pero fuera se centran en la música, en los ritmos, en las palabras. Cuando estuve en Rusia fue una pasada, porque me dijeron que la gente que escuchaba el disco lo hacía sobre todo porque había aprendido español con las letras, con los discos. Y es superdivertido. Y nadie saca cosas raras de contexto, la verdad".
LA ULTIMA VEZ QUE CANTO Hoy vuelve a Extremadura, una ocasión especial para ella porque ni sus padres, que viven en Badajoz, la han visto interpretar los temas de su último disco.
No recuerda la última vez que cantó aquí. Cuando se le sugiere que llegó a comentarse que unas declaraciones suyas en contra de la refinería que el empresario Alfonso Gallardo iba a montar en la comarca de Tierra de Barros pudieron haberle perjudicado a la hora de contratarla, lo rechaza.
"Eso decían, pero no fue por eso, sino por cuestiones de organización, de fechas. Porque yo quería que fuera un poquito más tarde, para tener el concierto de Extremadura superbien. Y ahora venimos con el disco rodado, ensayado, empastadito. Y claro, cuando llegas a casa quieres hacerlo aún mejor, como cuando tienes que hacer un examen o actuar delante de tus padres, que siempre quieres que te salga mejor que nunca".
Su tercera grabación lleva rodando varios meses y ha tenido ocasión de escucharse en Venezuela, México, Colombia, Rusia y, naturalmente, España. En el concierto de hoy, Bebe cantará los temas de Un pokito de rocanrol y buceará por otros de las dos obras anteriores, Pafueratelarañas , con la que debutó, y Y. , más alguna canción inédita.
LOS SEIS PRIMEROS MESES Las canciones del nuevo disco sonarán como en el disco, afirma la extremeña, porque no ha tenido tiempo suficiente de escucharlas.
"Siempre me pasa. En la primera parte de la gira de Y. los seis primeros meses quería que los temas sonaran exactamente igual que el disco. Como en este, que hice los temas, me fui al estudio y no los he cantado tal y como son. A partir del verano, ya empezaré a darles la vuelta. Es algo que te piden las propias canciones".
Un pokito de rocanrol es fruto del trabajo solitario de la cantante y del equipo con el que lo grabó en París entre agosto y octubre del pasado año. Su productor, Renaud Letang, nacido en 1970, ha colaborado con Manu Chao, Jane Birkin o Feist.
Del estudio salió una obra, según la define la página oficial de Bebe, "de rock contemporáneo, de agresividad punki".
"Yo llevé --cuenta la cantante extremeña-- melodías, letras y el tipo de ritmo que quería, que todo fuera tocado, no con programaciones. Luego las canciones toman un curso natural y cuando acaba el disco es cuando dices: 'hostia, cómo suena'. No llegué con una idea clara ni con el concepto final. Eso es lo bonito de trabajar con otra gente y de darle forma a las canciones, que tú tienes unas ideas básicas, pero luego ellas van tomando forma. Con Carlos Jean el productor de sus dos primeros discos trabajaba con programaciones en el estudio y luego llevábamos las ideas muy claras a la grabación. A Renaud llegaba con las canciones desnudas, solo con la guitarra y la voz, con algo de percusión, que yo hacía con las manos. Y al no trabajar con programaciones, el sonido es diferente. Con Renaud he descubierto el mundo de las teclas, que es una especialidad suya bastante buena. Junto con las baterías son las protagonistas del disco".
Fuente:elperiodicodeextremadura.com
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