Una gran trayectoria, una personalidad desenfadada, valiente, deshinbida y perfectamente "conocida" por todos, un adelanto de un esperadísimo nuevo disco, una renovada fuerza en los ritmos y las vibraciones que transmiten un puñado de canciones que no tardarán en estar en lo más alto de la popularidad sincera (la que no necesita, como agua de mayo, de programadores que aconsejen lo que hay que oír)... Una puesta en escena en la sala "El Sol" que abrillantó una explosiva, potente y cuidada reaparición "musical", unos detalles de colorido, técnica, danza, actuación y salero que merecían su relator, su cronista, su pintor...Unos músicos que demuestran su conjunción, su polifacetismo, su acomodación a las nuevas ondas que quiere expedir la música de Bebe...Un concierto lleno de españoles (y portugueses, claro, ibéricos todos) coreando, aplaudiendo, saltando, demostrando que un "K.I.E.R.E.M.E." no es una sucesión de letras sino una invitación al sarao, al salto, al baile, a la alegría, al placer de la música divertida , y no por ello, menos trabajada... Unos instantes ya publicitados de otras canciones que apuntan alto, al rock, al intimismo, al sarcasmo, a la letra bien confeccionada, a la melodía que nunca falta...Tantas y tantas cosas que deseamos saber, conocer, oír, notar, disfrutar, realzar, comentar, añorar desde ya mismo...¡Qué gran oportunidad para quien escribe como periodista o crítico musical! ¡Qué gran historia podría estructurase! ¡Qué trepidantes momentos podrían hilvanarse para acabar en una proposición de "cariño" (KIEREME, ya sabes, quiere que lo hagas como tú quieras)! ¡Qué ocasión para rebuscar en otras fuentes musicales, sea M.I.A., Lauryn Hill, Beyoncé y plantear el desafío de los listones que una extremeña ha logrado superar... Y con toda la carga crítica ( por supuesto) que necesaria fuere, detallar los sentidos, impulsos, sabores, colores, timbres y tonos que las nuevas canciones despiertan, pueden florecer o atisban con un "pokito" de rock and roll , sí, qué ocasión! ¡Qué momento más estupendo para recordar sus compromisos, sus comprometidos temas, sus juegos hilarantes e inteligentes de palabras, sus indirectas picaruelas, sus melancolías apacibles o furibundas, sus acordes rotos, sus acordes jubilosos...!
Pero el "tema" estrella (para algún sector de la prensa) parece que no iba por ahí. No: la música no parece importar demasiado, qué tontería, qué aburrido, qué simple, qué lata, qué horror...mejor destacar lo que, acaso, contribuye mejor a la historia de las artes musicales españolas, como son las ruedas de prensa, donde entre viandas, copichuelas, ¿mayordomos y camareras con cofia? unas frases sardónicas, que pronto serán olvidadas, atraen a los jefes de redacción como los panales de miel a las abejas más agresivas...
Se nos quiso contar - fundamentalmente- lo que ha dicho BEBE en unos minutos de charla informal con los periodistas: algo que no tenía nada que ver con música, y por tanto, en deducción inteligente, el santo Grial para la prensa musical de este país: la que sabe distinguir el "post-punk" del "hardcorde" o el "indie-rock" del "noise", o de eso presumen, cuando al final no son más que números- cuarenta, quizás- de una lista. Y , claro, resulta que tan "inteligente" despliegue pirotécnico ha hecho que muchos de los admiradores de Bebe echen de menos mayor despliegue neuronal y linguïstico sobre la "cosa" musical. Pero, ay, aquí estamos acostumbrados a que nos digan en qué tenemos que ocupar nuestro ocio, nuestro pensamiento, nuestro juicio...Porque es evidente - para ellos, sea uno o los cuarenta- que somos "algo" tontos: ¿Qué sería de nosotros sin los críticos (uno o los cuarenta) a la hora de seleccionar música?
A Bebe - afortunadamente- le da igual : ni tiene que dar explicaciones, ni tiene que cambiar su carácter, ni tiene que preocuparse de otra cosa que no sea el esfuerzo (qué vaya si lo ha hecho, ejerciendo de madre, viajando, recomponiendo, controlando producción, manchándose las manos- y hasta los pies- como debe ser en todo trabajo que se pretenda bien hecho) y que dedica a que disfrutemos de su arte. Si de ella dependiera, no sabríamos ni su verdadero nombre. No le gusta hablar ante la prensa, ni falta que le hace. Sus canciones nos gustan igual . Lo que pasó ante un micrófono, si no era una canción, nos importa, a los miles y miles de seguidores que Bebe tiene en todo el mundo, bien poco.
Más bien tirando a nada.
Más bien no nos importa nada. .."¿A quién le importa?"... El disco y sus actuaciones, sí: Eso sí. Eso sí que es agua de mayo para nosotros.
Lo otro: "Nada de nada, monada". Y si a la prensa (alguna) no le guste que le critiquen : que se fastidien (con jota; o ya puestos, podríamos soltarles un imperativo con "efe".)