Bebe, o María Nieves Rebolledo, está de conciertos. Lo cual implica conceder entrevistas, y enfrentarse a las preguntas típicas y tópicas. Hasta que le preguntan que siente al haberse convertido en icono del perroflautismo.
"Yo me descojono ¿Por qué me llaman eso? Me hace mucha gracia" dice en una entrevista en El Mundo. "Yo no tengo nada en contra de los perroflautas, pero yo no he sido perroflauta en mi vida".
Coloquialmente se identifica a los perroflautas con jóvenes de aspecto hippy, algo despreocupado. Suele vérseles con un perro, haciendo malabares o tocando alegres melodías con la flauta, de ahí su apodo. Su atuendo se asemeja al de los hippies: lucen rastas, y ropa suelta y colorida. Gustan de identificarse con movimientos políticos progres.
La cantante no sale de su sorpresa: "El término lo he conocido cuando he llegado a Madrid, pero además no al llegar sino como hace dos años".
Si reflexiona, algo encuentra: "Yo si acaso me he juntado con punkies, pero ¿perroflautas? Solamente es el que va con el perro y la flauta, que tengo algunos amigos, pero vamos que no...", asegura.
Este verano, ofreció una explicación más detallada de porqué no podía ser perroflauta, en El País: "No soy perroflauta porque mi perro hace tiempo que no lo veo se llama curro y vive hace mucho tiempo con un colega y Pepa, vive en mi casa con mis padres y la flauta la aprendí a tocar en sexto, séptimo y octavo (de EGB) con las monjas, pero ya no me acuerdo. Pero que no tengo nada en contra de los perroflautas, pero que no tengo nada de perroflauta".
Fuente:libertaddigital.com
video:elmundo.es
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