Bebe Bilbao
Tras su paso por la Aste Nagusia donostiarra, donde la lluvia «no consiguió aguarnos la fiesta», Bebe llega en plan estelar a Bilbao para actuar en el escenario central de su jornada de clausura. La cita forma parte de la esperada gira de presentación de su último disco, ‘Y.’ que salió hace ya un año. Una demora relacionada con la resaca del éxito, que le llevó a evadirse durante una larga temporada, pero sobre todo con un embarazo que culminó a finales de marzo con el nacimiento de su hija Candela.
Así que Bebe compagina los cuidados de su pequeña con una ajustada agenda de conciertos. Que con sus antecedentes no haya optado por quedarse de baja maternal habla de las «ganas de escenario» que dice tener la extremeña de adopción. «Con el embarazo he estado un tiempo muy tranquila y, aunque me sigue costando separarme de la niña, tenía ganas de ponerme la pilas y empezar a tocar». Claro que, como matiza su mánager, se ha adaptado la rutina de los conciertos al maternal estadio vital de una Bebe que, «para evitar agobios», ha optado por una gira «comedida» que se prolongará hasta finales de año.
Lanzada un lustro después de la eclosión mediática propiciada por ‘Malo’, la reválida discográfica de Bebe ha funcionado bien para los tiempos que corren. Ventas al margen, su apuesta por un pop minimalista con un barniz contemporáneo alejado del punto buenrollista de su debut superventas ‘Pafuera telarañas’ le ha servido a la cantautora para ajustar las cosas a su medida. La cantante y actriz llamada Nieves Rebolledo parece haber dejado atrás los miedos provocados por un éxito que la situó en el ojo público y le amargó el carácter hasta el punto de desaparecer tras la promoción del filme de Julio Medem ‘Caótica Ana’, duramente fustigado por la crítica.
«Llegó un momento en que no soportaba todo lo que giraba alrededor de la música y me convertí en una persona huraña y amargada. Aquello me mosqueó y decidí alejarme para vivir un poco», nos dijo entonces Bebe, que afirma haber olvidado aquella etapa. «Con este disco todo ha sido más moderado; además el tiempo cambia las cosas». La cantante asegura llevar mejor la popularidad, que la sigue «incomodando» a pesar de sus «trucos para torearla». Ahora disfruta de un perfil más bajo, lo bastante camuflado como para que su embarazo (fruto de una relación desconocida) no haya despertado un morbo mediático que la hace «alucinar».
Y punto
Bebe sigue fiel al equipo de gente que la ayudó a trascender del circuito cantautor en el que se baqueteó al poco de trasladarse a Madrid desde Extremadura, donde la cantante y actriz nacida en Valencia creció en el seno de una familia de raíces folkies. Pablo Novoa, cómplice de Mastretta y Josele Santiago, se ha sumado a una banda de gente afín a El Bicho o Delinqüentes y que se refuerza con un DJ. Con su respaldo, Bebe trata de reproducir «de la manera más acorde posible» el sonido de su último disco, un mezcla de agridulce pop semiacústico sazonada de rumba, reggae, rock coplista o sutilezas indietrónicas.
Todo al servicio del pellizco con el que enfatiza sus letras recientes, más directas y sensuales que reivindicativas. «Ahora hablo de cosas más personales, pero también me apetece tocar de nuevo cosas del primer disco. Antes prefería no hacerlo, pero con el tiempo veo aquellas canciones de otra forma y las cojo con otro gustillo», dice.
Fuente:elcorreo.com
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