Bebe ha cambiado de tercio. Cinco años después del éxito de Pafuera Telarañas la artista extremeña vuelve a la carga con un disco, Y., más sosegado, desde una perspectiva diferente y en el que predomina un sentido más reflexivo. Su hija Candela ha tenido mucho que ver en ello, «centro neurálgico» al que vuelve tras cada concierto. Así lo hará después de subir a las tablas de la plaza de España en la actuación que ofrecerá el lunes por la noche en Pontevedra.
-¿Le apetece volver a esta ciudad?
-Me apetece mucho porque a Galicia le tengo mucho cariño. Ya hemos realizado dos conciertos de la nueva gira ahí y siempre nos gusta volver.
-¿Por qué realizó ese retiro de los escenarios y del estudio de grabación?
-Porque una se cansa. Llevaba mucho tiempo trabajando en la presentación del anterior disco y me apetecía tomarme un descanso para poder abordar mi vida desde un prisma diferente y hablar de cosas distintas en mis siguientes creaciones.
-¿Le quemó el estar constantemente en la carretera?
-La carretera está muy bien, a mí me gusta mucho, porque me encanta viajar, y de hecho, el disco habla de ello. Pero cuando las cosas las haces tan habituales, se vuelve una rutina y yo no quiero que esto pase. Tengo la suerte de estar dedicándome a una cosa que me encanta y me gustaría que fuera algo extraordinario.
-¿Es «Y.» un nuevo punto de inflexión vital?
-Sí, porque tanto de corazón como de cabeza estoy en otra onda. Más tranquila, ordenada y más confortada. En Pafuera Telarañas era vivir por y para ello, siempre de giras, entrevistas, etcétetra, y hay algo más en la vida que todo eso.
-¿Qué nos espera el lunes?
-Pues un poco de cachondeo y mucha, mucha alegría. Tocaremos también las canciones antiguas, que después del tiempo de descanso, se pillan con muchas ganas. Ahora retomas las cosas con cariño y con otra perspectiva. Así que... juerga.
Fuente:lavozdegalicia.es
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