domingo, 10 de julio de 2011

Justicia poética en el festival de Mérida


En la edición de hoy sábado, 9 de julio, de "El País", Rosana Torres redacta la siguiente noticia/opinión sobre el estreno de ANTIGONA DE MERIDA , que ayer vimos en el Teatro Romano, y que tenía a BEBE como una de sus principales protagonistas. Bebe estuvo genial, demostrando que es de las mejores actrices que hoy se pueden encontrar en España; pero la crónica personal se hará en otro lugar. Ahora veamos lo que nos cuenta la periodista .

"Tras una inauguración oficial el pasado jueves con música clásica interpretada por docenas de guitarras eléctricas y guión elaborado por la actriz, productora y directora Blanca Portillo, quien se estrena como directora del festival de Mérida, comenzó anoche la andadura de la 57 edición de la muestra emeritense. La más importante de Europa especializada en teatro grecolatino.
Se hizo con la representación de Antígona de Mérida, una recreación del dramaturgo Miguel Murillo con dirección de Helena Pimenta en torno a acontecimientos reales que se produjeron en esta ciudad pacense durante la guerra civil española. Sorpresa, emoción y público puesto en pie fueron las notas dominantes. Aunque las nuevas autoridades (el PSOE ha perdido por primera vez en la historia la Junta de Extremadura a favor del PP, que también ha vuelto a hacerse con la alcaldía de Mérida) permanecieron sentadas, cabizbajas, con aplausos que más bien parecían roces de manos, como si se extendieran crema...

Daba la sensación de que la propuesta teatral hubiera aguado la fiesta a estos dirigentes locales, ya que ayer fue un día de verdadero júbilo para ellos por la toma de posesión del nuevo presidente de la Junta, José Antonio Monago, arropado por Rajoy, Cospedal, Pío García Escudero... Quizá se debía a que Murillo sitúa la acción en el propio teatro romano de la ciudad, dentro de un claro juego metateatral, cuando las tropas franquistas entraron en Mérida, detuvieron a muchas personas y mataron a otras indiscriminadamente. A nadie extrañó, en todo caso, que esas autoridades, en el habitual encuentro con la compañía tras la representación, se mantuvieran en un corrillo, aisladas y sin hablar con los responsables del estreno, aunque Blanca Portillo les acercó a la directora, a la que dieron la enhorabuena.

Antes, sobre el escenario, se habían encontrado con una serie de personajes en los que había claros paralelismos con los creados por Sófocles en su Antígona de hace casi 2.500 años. Entre ellos está una joven actriz que quiere recuperar el cadáver de su hermano muerto en combate. "Hoy, tanto tiempo después, la voz de los sabios y viejos vates y los sueños de los hombres y las mujeres de aquella Mérida se mezclan en nuestro teatro romano para devolvernos su mensaje", señala el autor de esta pieza, protagonizada por una popular cantante, Bebe, quien de esta manera vuelve a su profesión y pasión primigenia: ser actriz. No ejercía como tal desde que en Mérida representó Las aves y son muchos los que ignoran que en los años noventa se trasladó a Madrid para estudiar arte dramático, aunque posteriormente se inclinó por la música y la canción, al margen de puntuales regresos al oficio de la interpretación en películas de José Luis Cuerda y Julio Medem. "Sé que esta obra removerá a mucha gente, pero no queremos herir a nadie, se habla de emociones y sentimientos y esos están en la condición humana", señaló la actriz, criada precisamente en esta ciudad.

Bebe comparte el sobrecogedor escenario con Helio Pedregal -como capitán franquista y trasunto de Creonte-, Celso Bugallo, Pepa Gracia, Rafa Castejón y un Pepe Viyuela convertido en un actor ciego que transita por el personaje de Tiresias, y que todo apunta que terminará siendo uno de los actores españoles que más veces, y más brillantemente, se han enfrentado a las piedras de este templo sagrado de la escena que es el teatro romano de Mérida. Ahora es la cuarta: "Y cada vez me gusta más", señala Viyuela, que ya había hecho otro montaje sobre la Guerra Civil con este autor. "Es un hombre profundamente conocedor de la represión en Extremadura y de esa brutalidad de la guerra", explica este popular actor, que siempre saca tiempo y energía para entregarla al teatro o a su afición como escritor.
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Hasta aquí, lo que El País nos dice.
Destaca dicho periódico algunos aspectos concretos ( y hasta singularmente debatibles y extrateatrales) de la obra; Los símbolos que el autor quiso reflejar revelaron dominio de la dramaturgia; pero lo mejor fue, en mi opinión, y hablo como espectador- como Carlos G- las interpretaciones de Bebe, Helio Pedregal y Pepe Viyuela. Momento especialmente mágico (aunque anecdótico) fue cuando Bebe/Margarita entonaba una canción para disispar la tristeza de su "hermana" en la ficción. Actriz y cantante. Y como siempre, una amable Puri ,a la que pudimos saludar, para poner la guinda.

Soplaba una suave brisa que hizo muy agradable la noche. Merece la pena ir.

Fuente: El País.
Foto: Cefe lópez

1 comentario:

  1. Genial representación por parte de los actores,y fantástica ambientación...

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