miércoles, 9 de marzo de 2011

La Juerga Flamenca de Bebe anoche en Madrid

La cantante improvisó ayer de madrugada unos cantes en las 'Noches del Mago', la reunión itinerante de flamencos donde solía ir Enrique Morente













Fue uno de esos momentos con pellizco. Emocionantes, directos, naturales, sin artificios y sin preparar. La cantante Bebe apareció y cantó anoche de madrugada en el bar Fun House (Palafox 8, en Madrid), el lugar donde Enrique Morente solía juntarse todos los martes en las llamadas Noches del Mago.
Tras asistir al concierto de Adanowsky en la sala El Sol, Bebe llegó al bar y se sentó al fondo del local. Allí se arrancó con unas suaves bulerías junto a Cristóbal Montes, gran guitarrista flamenco y punk de espítitu. El sonido de las copas, los chistes y la conversación de pronto se silenció y dio paso a su increíble voz en una improvisación que dejó a más de uno boquiabierto.
Las Noches del Mago es una tradicional reunión itinerante de flamencos, locos entrañables y amantes del arte que llevan 30 años juntándose una vez a la semana. Empezó siendo los miércoles en el ya desaparecido bar El Mago, en el barrio de Malasaña (Madrid). Durante este tiempo han sido muchos los locales que han acogido esta imprevisible y siempre genial reunión. “Ahora, es aquí el único sitio donde nos aguantan”, bromeaba Carlos Herrero, descubridor de Las Grecas, amigo de Morente y figura clave de esta reunión.
Por estas noches han pasado a lo largo de los años gente como Javier Barden o el actor Christopher Lambet. “Las noches de El Mago son así”, decía un flamenco ayer con su whisky con agua en la mano. “Son mágicas, brujas y especiales, donde hay mucho arte y casi siempre ocurren cosas como increíbles”.
Ayer volvió la magia a altas horas de la madrugada. Bebe demostró anoche que puede ponerse a la altura (en voz, actitud y talento) a muchos grandes del flamenco. La cantante, aunque no hay fechas, ya prepara nuevas canciones con el productor Phil Manzanera (ex Roxy Music y ex productor de Héroes del Silencio). Estaremos atentos.

Fuente:rollingstone.es

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