Bebe, en una maratoniana ronda de entrevistas mañanera, le hizo un hueco a EL CAMALEÓN. Directa, como siempre, se muestra contundente en las respuestas gracias a una coherencia vital y artística que no admite duda.
-Tras el éxito de Pafuera telarañas afirmaste con rotundidad que llegó un momento en el que estabas tan cansada de ti que no te aguantabas...
-Y es que fue así. Cuando todo gira alrededor solamente de ti, que es lo que a mí me pasó desde 2004 y hasta 2007... Y todo el rato trabajando, y todo el rato haciendo entrevistas que hablan sobre ti, y sobre ti, y sobre ti, y sobre ti, y sobre ti..., pues acabas hasta los cojones. Pero bueno, ya me he reconciliado y se me ha olvidado todo aquello.
-Algunas frases de este disco reflejan, a su vez, un duro castigo de Bebe hacia Bebe...
-¿Por qué? Simplemente son metáforas de la vida... Cuando estás agobiá pues te lamentas lo suficiente; eso no significa que estés todo el día haciéndolo. Quizá, en mi caso, sí fue demasiado para lo afortunada que he sido en determinados momentos.
-¿Qué barreras has puesto para que no te suceda todo aquello que provocó aquel hartazgo?
-Pues mira, tomarme las cosas de otra manera, con humor, con tiempo... Y tener una hija preciosa que me quita todas las gilipolleces del mundo mundial. Además, aquello no va a volver a pasar porque no voy a pegar de nuevo un boom como el que pegué en 2004. Éste es el factor más evidente, las cosas no van a volver a ser así y eso me tranquiliza. Todo lo demás es cuestión de organización y, repito, de tomarse las cosas con mucho humor.
-Por otra parte, has afirmado que se te sobrevaloró, pero cuando más de medio millón de personas compran el disco de alguien, no es una sobrevaloración, es una realidad...
-Quizá me expresé mal al decir que se me sobrevaloró... De todas maneras, yo lo decía sobre todo porque hubo muchos premios... Yo estoy muy agradecida por todo lo que me pasó, pero sólo era una niña que acababa de empezar, y había mucha otra gente que llevaba tiempo luchando por su música y a la que no se había tenido en cuenta. Es verdad que yo llevaba tiempo tocando por los bares, pero realmente era mi primer disco y aquello producía cierto pudor; sobre todo si te comparabas con otra gente que hacía un musicón increíble con unas letras increíbles que no se valoraban.
-Para asimilar el éxito te faltaron unos cuantos años de trayectoria, algo parecido a lo que sí han tenido grupos como Vetusta Morla o Love of Lesbian.
-Claro, porque de esa forma va todo de una manera mucho más comedida. Pero lo mío fue en un mes... En un mes pasé de que no me conociera nadie a que me tocaran las narices por la calle; porque entonces la gente no era amable como ahora, al margen de que ahora ya casi nadie se pispa. Pero en aquel momento estaba todo el rato en los medios de comunicación y era como ¡aaaaaaaah! Era algo que no iba conmigo.
-En tu nuevo disco, "Y.", has decidido no tocar directamente, aunque indirectamente aparecen, temas como el feminismo o la violencia de género, de los que te convirtieron en bandera. ¿Esto significa que aquellas archiconocidas canciones tampoco se escucharán en directo?
-Esos temas se volverán a escuchar en directo, pero no en el que vamos a hacer en Burlada. Ahora creo que procede presentar el Y., y, además, me apetece cantarlo. Sí que interpretaremos canciones dePafuera telarañas, pero quizá aquéllas que hablaban de esos temas o de esas alegrías más indirectamente. Ahora toca reciclarse.
-¿Cómo está influyendo el hecho de que los conciertos, la gira, lleguen más de un año después de la salida del disco?
-Pues yo creo que está siendo muy positivo. Como no he estado tocando, la gente lo coge con ganas, se sabe las letras, las canciones nuevas... Y yo flipo. Para mí ha sido positivo porque como el parón que tuve fue para algo más positivo todavía, pues creo que lo que viene después también lo es; no me puedo quejar.
-¿El mayor logro que te ha dado el éxito es poder disfrutar ahora de tiempo?
-Sí, tú lo has dicho. Cuando me lo pregunten ya sabré qué contestar; de verdad. El éxito me ha proporcionado el tiempo que necesitaba para pasar mi embarazo tranquila... Porque mi niña llegó y dijo: "Éste es mi tiempo". Yo no lo tuve ni que calcular, lo hizo ella solita.
-¿Te sientes un poco huérfana al no poder contar en directo con Carlos Jean (productor multiinstrumentista) o Rubén Pozo (guitarra) en directo?
-No, para nada. Para mí, el proceso del trabajo del disco no tiene nada que ver con el directo. Además, de repente, un día aparece Carlos y se sube a tocar un tema; eso me encanta. Pero a mí me gusta que unos estén para una cosa y otros para otra; me parece mucho más enriquecedor.
-Hacías referencia a la cantidad de premios que recibiste con "Pafuera telarañas", pero el pasado año tampoco te quedaste corta con "Y.", aunque lo más curioso es que estuvo nominado a galardones tan dispares como los "MTV", los Grammy o los "Shangay"...
-Sí, la verdad es que fue muy divertido, muy curioso. Pero en este segundo disco sí que me he quedado súper sorprendida de que me nominaran; tanto de que me nominaran como de que me premiaran. Gratamente, eso sí.
-Parece como si nunca esperaras nada, como si el reconocimiento popular, a pesar de ser evidente, te siguiera quedando lejos...
-Es que cuando estás haciendo algo tan personal, de verdad, nunca crees que le vaya a llegar tanto a la gente. Tienes una gran inseguridad, nunca debes creer que porque un día sonó la flauta, va a sonar siempre... Yo no me hago castillos en el aire, ni mucho menos, no me gustan. Me parece muy sorprendente que cosas que he pensado yo en mi más absoluta intimidad lleguen al otro lado del charco; es una completa locura.
-Esta Bebe autobiográfica que aparece en las canciones de "Y.", ¿es la que has sido siempre o la que, en algunos casos, has querido ser?
-Yo siempre digo que mis canciones no son autobiográficas. Yo lo que quiero es que la gente las haga suyas... Yo las hago mías. A buen entendedor, con pocas palabras le bastan; bastantes palabras hay escritas ya en el disco. Si me paro a decir que son o no autobiográficas, la gente al final está más pendiente de cómo vivo yo las cosas que de cómo las viven ellos. Por eso, para mí, lo importante es que la que sea, sienta de verdad que ella es La bicha, que sienta cada una de las cosas que siento ahí.
-Esa es un de las claves de tu éxito, el grado tan abrumador de identificación que tus seguidores alcanzan con tus canciones.
-Yo creo que eso es porque somos muy básicos, tío. Al final nos mueven las mismas cosas... Y por eso les gustan a niños, a hombres, a mujeres o a abuelas. Y es que la vida es sota, caballo y rey.
Fuente: NoticiasdeNavarra.com
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