lunes, 24 de agosto de 2009

El péndulo de una chica ¿mala?


“Y.”

Calificación: Muy bueno. Disco de Bebe.
Producción: Carlos Jean.
Sello: EMI.
Precio sugerido: $ 35.

Quien dice “Bebe”, muy a pesar de María Nieves Rebolledo Vila, portadora del nickname, dice Malo. Es que la valenciana de voz áspera y dulce debió sobreponerse al éxito y a que, adonde fuera, fuera inmediatamente asociada a la lucha universal contra la violencia de género.

Entonces, en 2004, Bebe intentaba en vano y ante el micrófono que se le pusiera enfrente, rescatar del ostracismo al resto de su disco debut Pafuera telarañas. Pero apenas Con mis manos y su temática lúdicamente autoplacentera se animó a hacer frente al eclipse en forma de versos que fue su carta de presentación. Todo quedó sepultado por el “Malo, malo, malo eres. No se daña a quien se quiere”. De hecho, cinco fueron los años que se tomó Bebe para cranear Y. (debe leerse “Y punto”).

Y lo primero que sorprende es la solvencia musical con la que (junto a Carlos Jean) se saca el lastre de aquel primer disco exitoso, mixturando flamenco con trip hop, reggae, folk, hot jazz al estilo Paris Combo, pop y manonegrismo. Lo segundo es la parte inicial compuesta por los primeros cinco temas de Y. “He estao durmiendo a dos metros bajo tierra y ahora he decidido dormir sobre la tierra. He pasao tanto tiempo lamentando lo que no entendía, que ahora prefiero que me den las claras del día”, es la frase de su voz y en un off sin efectos que abre No + llorá y anticipa el tono introspectivo y árido de ese tramo que completan Me fui, Busco-me, Sin sentido y Escuece, donde se mezclan confesiones de amor doloroso y melodramático con indagaciones sobre su propia existencia sobre este mundo, que puede revelarse ciclotímica como sus canciones.

Porque por lo mismo que le cabe exorcizar fantasmas varios en sus composiciones, Bebe cambia el tono y juguetea con una sexualidad que se revela extrovertida y de ir al frente en letras como la de Qué mimporta, donde se declara “extrema y dura”. Y no se queda ahí. “Me gusta la faldita, pa que me metas la manita”, declara en La bicha. “Estoy aquí, pa que me muevas entera, pa que me rompas entera, pa que me la des entera”, se le escucha en Pa una isla, mientras que en Uh, Uh, Uh, Uh, Uh asoma el triángulo: “Me gustas tú, y tu hermano, un problema tengo, no sé cómo resolverlo”. Tanta libido sólo aparece interrumpida por la “drexleriana” Nostaré, la balada hacia el final de un álbum que por momentos se cae por lo explícito, pero no deja de ser un excelente update de la Bebe Bellota.

Fuente: lavoz.com.ar

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