martes, 31 de enero de 2012

La rebeldía no se debe perder

Nada de hermetismo ni misterios, dice ella acerca de su nueva producción discográfica. Quienquiera un bocado de su nuevo disco, Un poquito de rocanrol, solo tiene que remitirse a su página web oficial (labebebellota.com) y escuchar los treinta segundos que ha colgado de cada una de sus nuevas canciones. Además, claro, de dar una ojeada al video completo del primer sencillo:K.i.e.r.e.m.e., un trabalenguas romántico que ha comenzado a sonar aquí y allá y que de complejo, absolutamente nada.

Para escucharlos completos habrá que esperar hasta el 7 de febrero a que el disco esté a la venta. Pero la cantante valenciana advierte que lo del rocanrol es más bien un decir, una actitud y, sobre todo, las ganas que tenía de subirse a una tarima " a brincar", "rocanrolear" y "patear" el chorro de energía contenida.

Porque en este compacto, dice, ha regresado más bien a sus orígenes, al sonido de Pafuera telarañas, al pop español con algo de rap, y mucho de la música mestiza de Malo, Ella y Siempre me quedará.

Y con la misma rebeldía de siempre. "Eso sí que no lo voy a perder nunca", apunta ella, que en las nuevas canciones dice haber retomado algunas de sus viejas obsesiones, amén de reflexionar acerca de las justicias e injusticias que ve cada vez sale a la calle, de los asuntos que más la perturban, y hasta de su hija Candela, que diera a luz hace ya casi dos años, y que le cambió la vida por completo. Aunque no por ello tengan que sonar a canción de cuna.

Su hija. Solo ella ha logrado apartarla de la música. Y el cine. O habría que decir: José Luis Cuerda y Julio Medem. El primero la eligió para rodar La educación de las hadas, y el segundo la convirtió en una de las incondicionales de La caótica Ana. Ambos le permitieron experimentar lo que andaba buscando cuando abandonó Badajoz y se mudó a Madrid para estudiar arte dramático: desdoblarse y "ser otra". "Es eso lo que más me gusta de hacer películas", cuenta, y no descarta que algún día le vuelva a abrir su vida a las cámaras. "Pues para eso precisamente fue que yo estudié arte dramático", agrega.

Aunque por ahora quiere dedicarse por entero a la maternidad y a la música. A promocionar las canciones de Un poquito de rocanrol en España, como Me pintaré, Adiós, Sabrás, Compra-paga, Joyas, Kiéreme y Qué carajo, Guapo,apenas algunas de las del saco, y donde quieran escuchar su música.

"A Venezuela quiero ir, por ejemplo, pero aún no hay nada seguro. Ojalá pudiéramos presentar este disco allá, pero ya veremos que sorpresas vienen", dice la cantautora, que aprovecha para aclarar que el rótulo de feminista que le han "pegado" desde su lanzamiento a ella no le va del todo. "¿Feminista? No lo soy para nada, pero tampoco soy machista. Lo que tengo es una postura bien clara ante la vida".

Y eso, sentencia, está presente en cada una de sus canciones. O mejor: en sus "pensamientos, que es como Bebe prefiere definir sus piezas musicales. "Son eso: pensamientos, pedazos de un puzzle, que uno tiene que ir armando para entender", comenta. Y si algunos son altisonantes -como en Malo-, pues que se aguanten. Así es ella y punto

"¿Qué si al final esos pedazos del puzzle pudieran terminar por revelar quién soy? Creo que sobran las palabras, dice ella sin mayores explicaciones. "Pero este habla mucho de mí", remata. SV

1 comentario:

  1. como tanto talento entra en un cuepo tan pequeño??Bebe te espero aqui en Corrientes, ARGENTINA

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