El citado crítico, en relación con el show, y bajo el título "EL ARAÑAZO SUPERFICIAL" escribe :
Ha perdido la fe en el susurro y ahora vocifera, araña pero la herida no escuece
Bebe y sus cuatro músicos (el guitarrista Pablo Novoa al frente, todos con camisa blanca y corbata estrecha) se dejaron ver anoche por El Sol para ofrecer un adelanto de cuatro temas ante un heterogéneo grupo de periodistas, amigos, invitados y músicos afines, desde La Shica a Luis Pastor o a su anterior productor, Carlos Jean. Las 11 composiciones de Un pokito de rokanrol no llegarán a las tiendas hasta el 7 de febrero, pero, por lo visto ayer, se cumplen los pronósticos: el cambio es bien drástico.
La extremeña ha optado por prescindir de melodías y armonías casi por completo, rapea sobre bajos continuos y se lo juega todo a la baza de los ritmos desbocados. Me pintaré o Qué carajo son carne de directos frenéticos, raves desaforadas o celebraciones hasta altas horas en la noche maquinera. Y aunque la sensualidad sigue nutriendo sus contenidos, la reflexión y los matices se desvanecen por el sumidero. Aquella gata ronroneante que en Y. nos hacía partícipes de sus inquietudes y sueños húmedos se ha transformado ahora en tigresa desafiante, furibunda. Sus arañazos son más inmediatos, pero no tiene tiempo de hincar la uña. Y la herida es tan superficial que ni escuece.
El giro pretende ser de 180 grados, pero no queda claro que el sentido sea el más idóneo. El nuevo productor, Renaud Letang (Feist, M.I.A., Manu Chao), se dice encantado con un repertorio "simple, inteligente y moderno" en el que el sentimiento latino se mezcla con la cosa electro. Y simple es, en efecto, un buen adjetivo para describir el estribillo de K.I.E.R.E.M.E., deletreado como si nos encontrásemos ante una versión gamberra del Cantajuegos.
En los recreos de primaria puede que también haga fortuna eso de "Qué carajo me estás diciendo / qué carajo que no te comprendo", pero los papás tendrán que colocar un par de rombos ante Mi guapo, Tilín (que no sonaron ayer) o Me pintaré ("Esta noche quiero cenarte y, si estás sabroso, desayunarte"). La picardía o las confesiones lúbricas van cediendo paso ante las obviedades ("Quiero bailar hasta que se me rompa el cuerpo... Hoy no quiero pensar"). Nieves Rebolledo ha querido ser más directa e inmediata, sí, y con ello quizá conquiste nuevas audiencias. Pero corre el peligro de perder mucho encanto.
Hasta aquí la crítica.
La opinión es libre, ¡faltaría más!, y respetable (sobre gustos...) pero me atrevo a pensar : pretender que Bebe siga haciendo siempre lo mismo es desconocer a la "terremotera", excepcional y sorprendente artista. ¿Un cheque en blanco para Bebe? No, ni mucho menos. La genial artista merece (y quiere) crítica constructiva. Los cambios pueden necesitar reposo en su asimilación, pero lo que no dudamos es que el disco tendrá un merecido éxito.
Y a nosotros nos gusta.
Claro que son respetables, mientras estén dentro de los limites, los aceptamos,no me parece usar términos algo descalificativos en cuanto a los "españolitos que compraron el Pafuera" pero creo que este cambio va a costar un tiempo, para que ubiquemos a este Pokito de Rocanrol dentro de nuestra admiración a esta artista, que sabiendo como nada en sus aguas musicales, sabrá sambullirse de manera inigualable, motivo por el cual se la admira, solo hay que darle cauce y que fluyan los sonidos, para gusto los colores he leido por ahi...y sobre gustos no hay nada escrito...lo que si quiero dejar escrito es que a mi Bebe si me gustò, Me gusta,y me gustara...Lamento al que se lo pierda!!!
ResponderEliminarComo todo son etapas y bebe bien las sabe enseñar en sus canciones, y si! que nos follen bien! jaja Bebe sos una idola!
ResponderEliminarpd: bebe quiero un pokito de rokanrolll, lo dice el nombre del discoooo!
Victoria lo dice muy bien : Lástima que por prejuicios, alguien pueda perderse la fuerza, la gracia, el ritmo y la alegría de escuchar música que Bebe representa.
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